Antes bruja que muerta

Me levanté temblando, sin aliento, y contemplé al frustrado demonio.

 

—?Ceri! —exclamó el demonio, y un aroma a ámbar quemado se elevó en el aire cuando colocó su pie al otro lado de la barrera invisible y lo retiró de inmediato—. ?Tráemela! ?O ensuciaré tu alma de tal forma que tu querido dios no te permitirá la entrada por mucho que supliques!

 

Ceri gimió, agarrada a mi pierna mientras se encogía, ocultando su rostro, tratando de resistirse a un centenar de a?os de sometimiento. Mi rostro se contrajo de ira. Esta podría haber sido yo. Todavía podría serlo.

 

—No dejaré que vuelva a hacerte da?o —le aseguré, dejando caer una mano sobre su hombro—. Si puedo impedir que te haga da?o, lo haré.

 

Sentí su temblor al agarrarme, y pensé que parecía una ni?a a la que han propinado una tunda.

 

—?Eres mi familiar! —gritó el demonio, entre escupitajos—. ?Rachel, ven aquí!

 

Sacudí la cabeza, más fría que la nieve bajo mis pies.

 

—No —dije simplemente—. No pienso ir a siempre jamás. No puedes obligarme.

 

Algaliarept casi se atragantó, de pura incredulidad.

 

—?Lo harás! —atronó, y Ceri me agarró la pierna con más fuerza—. ?Me perteneces! ?Eres mi maldito familiar! Te di mi aura. ?Tu voluntad es mía!

 

—No, no lo es —le informé, temblando por dentro. Funcionaba. Gracias a Dios, funcionaba. Mis ojos se humedecieron y me di cuenta de que casi estaba llorando de alivio. No podía atraparme. Puede que fuera su familiar, pero no poseía mi alma. Podía negarme.

 

—?Eres mi familiar! —rugió, y Ceri y yo chillamos cuando volvió a intentar cruzar hasta el terreno sagrado y volvió a retroceder.

 

—?Soy tu familiar! —le respondí asustada—. ?Y te digo que no! ?Prometí que sería tu familiar y así es, pero no pienso ir a siempre jamás contigo, y no puedes obligarme!

 

Los estrechos ojos de cabra de Algaliarept se entrecerraron. Retrocedió, y yo me enderecé cuando volvió a asomar su ira.

 

—Acordaste que serías mi familiar —dijo con suavidad; el humo ascendía desde sus brillantes botas de hebilla mientras rodeaban el círculo de tierra no consagrada—. Ven aquí ahora mismo, o daré por roto nuestro acuerdo y tu alma será mía por incumplimiento.

 

Doble o nada. Sabía que llegaría a esto.

 

—Tengo tu apestosa aura sobre mí —dije mientras Ceri se estremecía—. Soy tu familiar. Si lo que crees es que ha habido un incumplimiento del contrato, entonces trae a alguien aquí para que juzgue lo que ha ocurrido antes de que salga el sol. ?Y quítame una de estas malditas marcas demoníacas! —exigí, sosteniendo en alto mi mu?eca.

 

Mi brazo tembló, y Algaliarept emitió un desagradable sonido desde la profundidad de su garganta. La prolongada exhalación hizo que mis entra?as se estremecieran, y Ceri se decidió a mirar al demonio.

 

—No puedo utilizarte como familiar si estás en el lado incorrecto de las líneas —adujo, obviamente pensando en voz alta—. El vínculo no es lo bastante fuerte…

 

—Ese no es mi problema —le interrumpí, con espasmos en las piernas.

 

—No —admitió Algaliarept. Enlazó sus manos enguantadas detrás de su espalda, dejando caer su mirada sobre Ceri. La profunda furia de sus ojos me hacía palidecer de terror—. Pero voy a convertirlo en tu problema. Me has robado a mi familiar y me dejas sin nada. Me has enga?ado para que te permita evitar el pago por un servicio. Si no puedo arrastrarte hasta aquí, encontraré una manera de utilizarte a través de las líneas. Y jamás te dejaré morir. Pregúntale a ella. Pregúntale por su eterno sufrimiento. Te está esperando, Rachel. Y no soy un demonio paciente. No puedes esconderte en terreno sagrado para siempre.

 

—Márchate —le dije con la voz alterada—. Yo te llamé para que vinieras. Ahora te digo que te marches. Quítame una de estas marcas y márchate. Ahora. —Yo lo había invocado y, por lo tanto, tenía que someterse a las reglas de invocación; incluso si yo era su familiar.

 

Dejó escapar un largo suspiro, y creí que la tierra se movía. Sus ojos se oscurecieron. Más y más negros, y luego aún más. Oh, mierda.

 

—Encontraré la forma de establecer un vínculo lo bastante fuerte contigo a través de las líneas —aseguró—. Y te traeré, con el alma intacta. Caminas a este lado de las líneas temporalmente.

 

—Ya he estado condenada antes —respondí—. Mi nombre es Rachel Mariana Morgan. úsalo. Y quítame una de estas marcas o haré que lo pierdas todo.

 

Voy a salirme con la mía. He sido más lista que un demonio. Saberlo era emocionante, pero estaba demasiado asustada como para que tuviese demasiada importancia.

 

Algaliarept me lanzó una mirada gélida. Después miró a Ceri, y luego desapareció.