Los Hijos de Anansi

Pam Noles fue leyendo el libro a medida que lo escribía y, con sus reacciones, me animó a seguir adelante. También quisiera expresar mi agradecimiento a la peque?a multitud de gente que me prestó sus ojos, su inteligencia y sus opiniones: Olga Nunes, Colin Greenland, Giorgia Grilli, Anne Bobby, Peter Straub, John M. Ford, Anne Murphy y Paul Kincaid, Bill Siteler y Dan y Michael Johnson. Cualquier posible error, ya sea en los hechos o en las opiniones, es responsabilidad mía, no de ellos.

 

Vaya también mi agradecimiento para Ellie Wylie; Thea Gilmore; las Damas de Lakeside; la se?orita Holly Gaiman, que acudía en mi ayuda siempre que ella consideraba que podía hacerme falta la presencia de una hija lista y responsable; los Petes de la editorial Hill House; Michael Morrison, Lisa Gallagher, Jack Womack, y Julia Bannon; y Dave McKean.

 

Jennifer Brehl, mi editora en Morrow, fue quien me convenció —en un momento en el que yo no estaba muy seguro aún de cuál iba a ser mi siguiente novela— de que de aquella historia que un día le conté mientras comíamos juntos podía salir una buena novela y, más tarde, me escuchó pacientemente la noche que la llamé por teléfono para leerle el primer tercio del libro. Por cosas como ésta, merecería que la hicieran santa. Jane Morpeth, de Headline, es exactamente el tipo de editora que cualquier escritor espera conseguir algún día si es muy, muy bueno y se come las verduras sin rechistar. Merrilee Heifetz, de Writers House, en colaboración con Ginger Clark y, en el Reino Unido, con Dorie Simmonds, son mis agentes literarias. Es una gran suerte tenerlas a mi lado, y sé bien lo que me digo.

 

Jon Levin se encarga de todo lo referente a mis incursiones cinematográficas. Mi asistente, Lorraine, me ayudó para que pudiera concentrarme en el proceso de escritura —con el aliciente a?adido de sus magníficas tazas de té.

 

Dudo que hubiera podido crear el personaje de Gordo Charlie de no haber tenido un padre excelente que, sin embargo, me avergüenza y unos hijos maravillosos que, sin embargo, se avergüenzan de mí. Viva la familia.

 

Y, finalmente, quisiera dar las gracias a algo que no existía cuando escribí American Gods: los lectores de mi diario en www.neilgaiman.com, con cuya ayuda he podido contar en todo momento para resolver toda clase de dudas —y que, entre todos, según mi experiencia, lo saben absolutamente todo.

 

FIN

 

 

 

 

 

NOTAS

 

 

 

 

* * *

 

 

 

[1] En inglés, el término goofy significa ?tontorrón, bobalicón?. (N. de la T.)

 

[2] Yellow Bird: canción jamaicana que cuenta la historia de un pájaro amarillo cuya hembra lo ha abandonado y se ha hecho un nuevo nido lejos de él. (N. de la T.)

 

[3] El chiste se basa en un juego de palabras intraducible: The miracle of the loaves (panes) and the fishes (peces). Loaf (loaves, en 3a persona del singular) significa también ?gandulear, hacer el vago?, de ahí el doble sentido cuando dice: ?él se dedica a hacer el vago (he loaves) y a pescar (and fishes)?. (N. de la T.)

 

[4] Innit: (contracción de isn't it) especie de muletilla característica del habla de la zona sur de Londres, donde parece tener su origen, y cuyo uso está ya bastante generalizado en el lenguaje coloquial de los jóvenes. (N. de la T.)

 

[5] Anansi: uno de los dioses más importantes de la mitología del áfrica occidental. Es embustero y muy aficionado a las bromas. El mito de Anansi se originó, al parecer, en la tribu de los Ashanti y, posteriormente, se extendió por Jamaica, Surinam y Antillas holandesas. (N. de la T.)

 

[6] El Hermano Conejo (Br'er Rabbit) es el protagonista de los cuentos del Tío Remus, basados en relatos tradicionales afroamericanos, que se hicieron muy populares en Estados Unidos a finales del siglo xix gracias a los libros de Joel Chandler Harris. Desde entonces, han formado parte del acervo popular estadounidense (a Espa?a nos han llegado estos cuentos a través de las versiones de Enid Blyton y de la película Canción del Sur [1946], de Walt Disney). (N. de la T.)

 

[7] Varios a?os antes, Ara?a se había llevado una decepción espantosa con un barril lleno de monos. Aquello no había resultado ni tan siquiera entretenido. Todo lo más, le parecieron curiosos los ruidos que hacían los monos encerrados en el barril. Pero llegó un momento en que los ruidos cesaron y los monos ya no hicieron nada en absoluto —con la posible excepción de alguna clase de actividad a nivel orgánico— y había tenido que deshacerse de ellos a altas horas de la noche. (N. del A.

 

[8] El barco había sido bautizado con el nombre de Sunny Archipielago pero, en cierta ocasión, sus pasajeros sufrieron una epidemia de gripe intestinal que tuvo alcance internacional. Se buscó un nuevo nombre que encajara con las iniciales del nombre original, para no tener que gastarse el dinero en cambiarlas. El presidente de la compa?ía, cuyo inglés no era tan bueno como él creía, tuvo entonces la feliz idea de rebautizarlo con el de Squeak Attack (Literalmente, Ataque de gritos.) (N. del A.)

 

[9] COPS: Reality–show norteamericano en el que las cámaras acompa?an a diversos agentes de policía mientras patrullan las calles. (N. de la T.)

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