El Código Enigma

Los chinos al otro lado de la mesa parecen el monte Rushmore maoísta; es imposible imaginar que alguno de ellos haya sonreído alguna vez. Están recibiendo una traducción directa de lo que se dice a través de auriculares, conectados a través de la mesa misteriosa a una sala de calderas llena de intérpretes.

 

La atención de Randy vaga. La charla de Prag le resulta aburrida porque está repasando aspectos técnicos que él ya conoce al dedillo, apoyadas en analogías simples pensadas para tener algo de sentido al ser traducidas al mandarín, cantones, nipones, o lo que sea. Randy comienza a mirar al resto de la mesa.

 

Hay una delegación de filipinos. Uno de ellos, un gordo de unos cincuenta a?os, le resulta terriblemente familiar. Como es habitual.

 

Randy no recuerda su nombre. Y hay otro tipo que llega tarde, solo, y es guiado hasta una silla solitaria en el extremo más alejado: puede que sea filipino con un montón de sangre espa?ola, pero es más probable que sea latinoamericano o europeo del sur o, simplemente, un norteamericano cuyos antepasados vinieren de esos lugares. En cualquier caso, apenas se ha sentado en la silla cuando saca un móvil, marca un número muy largo y comienza una conversación tensa en voz baja. Continuamente mira al resto de la mesa, examinando cada delegación, para lanzar luego breves descripciones al móvil. Parece perplejo de estar aquí. Ninguno de los que le ven puede dejar de notar su sigilo. Ninguno de los que lo notan pueden evitar preguntarse cómo adquirió ese sigilo. Pero al mismo tiempo, posee un aura hosca que Randy no nota hasta que sus ojos negros miran a los de Randy como los ca?ones gemelos de una derringer. Randy devuelve la mirada, demasiado perplejo y estúpido para apartar la vista, y una especie de información desconocida pasa del hombre del móvil hasta él por los rayos gemelos de luz negra que salen de los ojos del hombre.

 

Randy comprende que él y el resto de Epiphyte(2) Corp. han caído entre ladrones.

 

 

 

 

 

CONTINUARá…

 

 

 

 

 

Notas

 

 

[1] 1940 fue un buen a?o para empezar a experimentar con las enfermedades venéreas ya que la nueva penicilina inyectable empezaba a estar disponible.

 

[2] Que era como los marines, quienes nunca usaban una palabra de tres sílabas cuando bastaba con una de cuatro letras, llamaban invariablemente a los nipones.

 

[3] ?Hypo? es la forma que tienen los militares para nombrar la letra H. Como es un chico brillante. Waterhouse infiere que debe haber al menos siete más: Alfa. Bravo. Charlie. etc.

 

[4] Dando por supuesto, evidentemente, que Alan se equivoque y que el cerebro humano no sea una máquina.

 

[5] Una paradoja clara, pero tampoco fuera de lo común; estar lejos de América ha hecho simplemente que esas cosas sean más evidentes para Randy.

 

[6] Término despectivo para los combatientes que no son lo suficientemente buenos para pertenecer al Cuerpo.

 

[7] Los hombres con experiencia en Asia usan la palabra ?Hipo?. El uso de ?japo? por parte del coronel sugiere que ha pasado su carrera en el Atlántico yo el Caribe.

 

[8] No tiene datos reales para sostenerlo, pero le parece una idea genial.

 

[9] Ha decidido que empleará las palabras inglesas en lugar de convertirse en un espectáculo intentando pronunciar las qwghlmianas.

 

[10] Según la E.Q., se deriva de los líquenes.

 

[11] Productos alimentarios preparados de acuerdo a la ley islámica.

 

[12] Juego de palabras. Asdic suena de forma similar a ?assdick? ?culo y polla?.

 

[13] Literalmente, ?lápida sepulcral?.

 

[14] Cantrell alude al hecho de que el Plan Uno les proporcionó mi par de millones de dólares de inversión uncial de una tuina de capital de inversiones de San Mateo llamada Springboard Group.

 

[15] Durante las últimas dos semanas Shaftoe no había tenido nada mejor que hacer que jugar a Corazones empleando cartas CONOCE A TU ENEMIGO, por lo que ahora podía citar los números de modelo de oscuros aviones de observación alemanes.

 

[16] Juego de palabras. En inglés, ?sliit? y ?ship? son palabras muy similares.

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