Perfectos mentirosos (Perfectos mentirosos #1)

—?Qué quieres? —solté, esforzándome en impedir que me viera débil.

—Artie no quiere venir a decírtelo no sé por qué, pero necesitamos que nos prestes tu llave del apartamento. Se olvidó la suya dentro y queremos ir allí.

Ah, vaya. Mi llave del apartamento para que ellos puedan estar juntos. Pero ?eso ya era el colmo. EL DESCARO.

Ante mi perplejo silencio, a?adió:

—Por favor.

Maldije internamente como Aegan estaba maldiciendo dentro del ba?o entre el rap de sus flatulencias. Y le di las llaves. ?Por qué? Ni idea. Es decir, no iba a armar una escena de celos o a exigirle que no hiciera nada con Artie en el apartamento, por mucho que quisiera hacer eso. él me había mentido, era un mentiroso como sus hermanos. ?Yo no debía ni siquiera permitirme seguir sintiendo que me gustaba! ?Podía lograrlo?

Las llaves cayeron sobre la mano de Adrik, mano que me había tocado antes. él, con ojos apáticos, miró un momento por encima de mi hombro hacia el ba?o portátil. Luego me miró a mí. Una peque?ísima sonrisa ladina apareció en su cara. La odié. Odié esa sonrisa.

—Diviértete con tu novio —me dijo.

Dicho eso, se fue. Lo vi alejarse a buscar a Artie.

Oh, buen final para mí, ?no?

Sin amiga.

Odiada por el chico que en verdad me gustaba.

Dejada por el imbécil de mi falso novio.

Vista como una cobarde por mis compa?eros de plan para humillar a Aegan con la ruptura pública.

Resumen de la noche de la feria: había fracasado.

Ahora, ?qué haría?





30


Tarde o temprano ibas a caer, ?Jude?




La feria se fue vaciando poco a poco.

A las diez de la noche, quedaba poca gente en los puestos y en los juegos. Las risas eran escasas. Las ideas de irse a escondidas a los apartamentos ajenos se susurraban con picardía en muchos oídos. Aún había murmullos sobre Aleixandre e incluso varios vídeos de su beso con otro chico rondaban por los móviles, todos con su usuario de Instagram mencionado. También se comentaba la flatulencia de Aegan, y que Adrik estaba saliendo con ?la amiga de Jude?. Chismes, siempre chismes en Tagus.

Así que sí, la noche se había vuelto más fría, y, para mí, más triste. Aegan seguía en los ba?os, expulsando caca como un grifo expulsaba agua. Owen le había llevado más papel higiénico, pero después se había ido con Laila. A Kiana y Dash, bueno, los evité. Artie y Adrik... ya sabía dónde estaban, y por esa razón yo no quería volver al apartamento. No necesitaba escuchar lo que estaban haciendo, así que me quedé sentada en un banco, fumando un asqueroso cigarrillo que había comprado cerca de ahí.

Yo ni siquiera fumaba, pero fue en ese banco donde pasó lo más inesperado.

Regan Cash se sentó de pronto a mi lado. Despedía un aroma exquisito a lujos y a peligro. Sentí una corriente de temor por su presencia, la misma inquietud que experimenté al verlo por primera vez. Un peque?o impulso de salir corriendo de allí lo más rápido que podía y abandonar Tagus, la ciudad, el país y la galaxia me cosquilleó, pero me quedé quieta porque supe de inmediato que de lo que sucedería allí no lograría escapar ya.

Me dedicó esa sonrisa amplia y perfecta de empresario exitoso.

—Cuántas cosas han pasado esta noche —suspiró, encantado—. Me alegra haber modificado todo el programa. Habría sido muy aburrido dejarlo tal como la rectora lo había hecho.

Lo miré con brusquedad.

?Había modificado el programa de la feria?

Entonces...

—Fuiste tú —salió de mi boca, atónita— el que humillaste a Aleixandre en la rueda de la fortuna.

Regan emitió una risa tan tranquila que dio miedo.

—Hay cosas que deben saberse —opinó sin más—. Cosas que no deben ser secretos.

—Es tu hermano —le recordé, ce?uda—. Lo que hiciste estuvo mal.

Ajeno a mi comentario, hizo un gesto como si repentinamente se hubiese acordado de algo.

—Lo siento, antes de hablar o de explicar algo me gustaría oír tu nombre primero, como debe ser. —Me ofreció su mano enmarcada por un enorme reloj plateado y varonil—. Yo soy Regan Cash, ?y tú?

Más estupefacta y desconcertada que nunca, miré la mano y luego a él.

—?Qué? —logré emitir entre los latidos que me retumbaban en los oídos y en el pecho.

Como si no le hubiera preguntado nada en el más puro estado del ??No sé qué está pasando aquí, por favor, ayuda policía!?, la sonrisa no desapareció de su rostro y él no se inmutó.

—Quiero saber quién eres —dijo con el mismo tono falso y afable que habría usado un vendedor para hacer su mejor venta—. Dime tu verdadero nombre.

Un frío de pánico me tensó cada músculo del cuerpo, pero aun así hice lo único que sabía hacer bien: buscar la vuelta al momento para salir ilesa.

—?Mi nombre real? Es Jude, Jude Derry, ya lo sabes. Nos conocimos hace unos días.

Un falso gesto de confusión arrugó su entrecejo como si hubiera oído algo demasiado raro. Su rostro se vio más macabro que nunca porque incluso así la sonrisa se mantuvo retorcida y amplia.

Su respuesta me dejó pasmada:

—No, según los registros nacionales, la verdadera Jude Derry murió hace cuatro a?os. Por eso quiero saber quién eres tú en realidad.

Este es El Momento. Aquí es donde lo confieso: sí, lector, desde el inicio de la historia te he estado mintiendo.

Pero, PERO, te advierto que los Cash también.

Por esa razón, unos minutos antes de que Regan se sentara a mi lado, había decidido que no me iría de Tagus todavía.

Aún había cosas que resolver.

Si Eli estaba viva, ?quién era la que estaba muerta? Porque sí que había una chica muerta. Yo había escuchado a Aegan hablar de ello en el club nocturno.

?De quién era el móvil que Aegan necesitaba porque estaba lleno de pruebas?

?Qué era lo que había sucedido un a?o atrás que los hermanos Cash ocultaban?

?Quién me había enviado mensajes guiándome para encontrar pistas sobre, según yo había creído, el asesinato de Eli? Y si Eli estaba viva, ?qué pretendía que descubriera?

Todo eso me llevaba a la gran pregunta: ?y si siempre tuve las piezas, pero las había estado uniendo mal?

Sí, las piezas del rompecabezas Cash estaban desperdigadas, solo me faltaba encajarlas correctamente.

Además, todavía faltaban tres meses para el 1 de mayo, la fecha en que todo explotó.

Así que, nuevo plan:

Recuperar a Aegan. Volver a ser su novia. De la forma que fuese necesaria.

En cuanto a mi verdadera identidad...

Eso te lo contaré en el siguiente libro.





Una historia llena de mentiras y secretos, atracción y odio en la que nadie parece decir la verdad. ?Hay algo más adictivo que desenmascarar a los Perfectos mentirosos?



Las mejores historias de Wattpad ahora también en papel.



Jude acaba de llegar a una de las universidades más elitistas del mundo, pero ya se ha dado cuenta que ahí todo se mueve alrededor de las fiestas, los cotilleos y los ligues entre estudiantes. Y que todo eso gira en torno a un trio irresistible: los hermanos Cash. Son vacilones, astutos, pero insoportablemente atractivos y poderosos. Y por encima de todo están acostumbrados a liderar el campus con sus juegos de ni?os ricos. Lo que no saben es que Jude tiene un plan: sacar a la luz sus más oscuros y perversos secretos, esos tan bien escondidos tras el lujoso apellido Cash.





Alex Mírez, venezolana de veinticinco a?os que un día descubrió Wattpad y a partir de ahí no paró de escribir historias. Admite que su vida dio un giro inesperado por todos los lectores que ha reunido en la plataforma. Está graduada en Servicios Turísticos, pero actualmente se dedica a la escritura, luchar contra una oleada de ideas y leer todos los libros posibles. Es cinéfila, gamer y defiende que todos en la vida cometemos errores que vale la pena contar para no volver a repetir.





Edición en formato digital: septiembre de 2020

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