El lado bueno de las cosas

—?Puta de mierda! —grito mientras corro la cortina de la ducha, destapando demasiada carne enjabonada.

Estoy de pie en la ba?era. Mis manos rodean su cuello. Ahora estoy entre los dos; la ducha está empapando la parte de atrás de mi abrigo con chorros calientes, haciendo que me pesen los pantalones, y él está en el aire, con los ojos me suplica, me pide aire para respirar, sus manos intentan que lo suelte pero es un hombrecillo débil. Nikki está gritando; Stevie Wonder está cantando; el amante de Nikki se está poniendo morado. Es tan peque?o que lo puedo aguantar contra las baldosas con una sola mano; ladeo el hombro hacia atrás, aprieto fuerte el pu?o destrozadientes y alcanzo el objetivo. La nariz le explota como un sobre de kétchup. Se le ponen los ojos en blanco y las manos le caen lejos de las mías. Cuando vuelvo a ladear el pu?o por segunda vez, la música deja de sonar, y entonces estoy de espaldas en la ba?era, el amante de Nikki ha caído fuera de la ba?era y Nikki, desnuda, sujeta el reproductor de CD con las manos temblorosas; cuando intento levantarme, me golpea una vez más con el reproductor en la cabeza; me fallan las rodillas y veo el grifo plateado de la ducha elevándose como si fuera una serpiente peque?a y gorda hasta estrellarse en mi frente, y entonces…

… me despierto en un hospital e inmediatamente empiezo a vomitar sobre mí mismo, hasta que llegan las enfermeras y me dicen que mueva la cabeza, y estoy llorando y llamando a Nikki, pero ella no viene. Me duele muchísimo la cabeza. Cuando me toco la frente, noto las vendas pegadas alrededor del cráneo, pero entonces las manos se ven forzadas a bajar a los lados. Las enfermeras están gritando y sujetándolas hacia abajo, y luego también los médicos, y siento un pinchazo en el brazo y…

Cuando parpadeo, veo mi reflejo en la pantalla de televisión. El vídeo se ha acabado. En la pantalla plana de mi padre parezco tener tama?o real; puedo ver a mi madre durmiendo en el sofá. Mientras continúo mirándome, la cicatriz de la frente me empieza a picar, pero realmente no quiero golpearme la frente contra algo duro otra vez.

Me pongo en pie y con las muletas voy hacia la cocina. La agenda de direcciones aún está en el armario de la cocina. Llamo al apartamento de Jake. Mientras marco, miro hacia el microondas y veo que son las 2.54 de la madrugada, pero recuerdo que Jake está en una ostentosa fiesta en un hotel y que no llegará a casa hasta ma?ana, por lo que decido dejarle un mensaje.

—?Hola, este es el contestador de Jake y Caitlin. Por favor deja tu mensaje después de oír la se?al. Bip?.

—Jake, soy tu hermano, Pat. Necesito un favor enorme…





LAS MEJORES INTENCIONES



Pat:

Ha pasado mucho tiempo; con suerte, el suficiente.

Si todavía no has hecho pedazos esta carta, por favor, léela hasta el final. Como habrás descubierto, en este momento de mi vida soy mucho mejor escritora que interlocutora.

Todo el mundo me odia.

?Sabías que tu hermano vino a mi casa y amenazó con matarme si me ponía en contacto contigo? Su sinceridad me asustó lo suficiente para que te escribiera antes. Incluso mis padres me han reprochado que me hiciera pasar por Nikki. Mi terapeuta dice que mi traición puede que no sea perdonable y, por cierto, no deja de repetirme la palabra ?imperdonable?; podría decir que está muy decepcionada conmigo. Pero lo cierto es que lo hice por tu bien. Sí, esperaba que de una vez por todas pusieras punto final y pasarás página con Nikki. Querrías pegarme un tiro, sobre todo porque somos una gran pareja de baile, disfrutamos corriendo, la vivienda en la que vivimos es similar y, afrontémoslo, los dos estamos luchando mucho para mantenernos aferrados a la realidad. Tenemos mucho en común, Pat. Todavía creo que apareciste en mi vida por algún motivo.

Porque te quiero, quiero decirte algo que nunca le he dicho a nadie, excepto a mi terapeuta. Es algo que me hizo da?o, así que espero que lo sepas tratar. Al principio no iba a decírselo a nadie porque imaginaba que la situación no podría ir a peor, y puede que si soy un poco honesta, vaya bien ahora mismo.